lunes, 17 de octubre de 2011

Para que quede claro...


Eventos culturales: reunión de personas que conlleva un motivo en particular y que suponen una herramienta de comunicación, debido a que permiten transmitir información, conceptos, sentimientos, modelos de trabajo, etc. En definitiva, supone un intercambio social. Los eventos culturales pueden ser: festivales, actos culturales, conmemoraciones, espectáculos artísticos, inauguraciones de centros culturales, exposiciones, congresos, ferias, etc.

Ocio: etimológicamente proviene del latín otium, que significa reposo. Según el Diccionario de la Real Academia Española (1992), ocio es el tiempo libre, fuera de las obligaciones y ocupaciones habituales. La primera definición de ocio de la que se tiene referencia aparece ya en la civilización griega, cuando Aristóteles delimita el tiempo de ocio como "tiempo exento de la necesidad de labor". En aquel momento ese tiempo era empleado sólo por la élite social en la contemplación y preparación para el ejercicio de la política y las artes. Esta idea ha ido variando a lo largo de los siglos a medida que la sociedad se ha ido transformando. Para llegar a una apropiada comprensión del término de ocio, es indispensable diferenciarlo del tiempo libre, así como del tiempo liberado.

Ocio activo: aquel en el que la persona participa desde una doble vertiente: una, en la que es el emisor y desarrolla actividades y, otra, en la que es receptor de estímulos.

Ocio nocturno: engloba todas aquellas actividades que se desarrollan durante la nocturnidad y que suponen un modo de desahogarse y divertirse, que permite el desarrollo de una serie de actividades complementarias (teatro, música, bares, discotecas, pubs, etc.) y que, por último, es imprescindible en cualquier entorno urbano que se precie. Se ha convertido en un sector que crea riqueza y empleo.

Ocio pasivo: solamente es receptor de estímulos.

Tiempo libre: hace referencia al periodo de tiempo no sujeto de obligaciones. Actualmente, el ser humano posee más horas libres de las que es consciente. Aproximadamente las personas que realizan un trabajo de cuarenta horas semanales y con treinta días de vacaciones al año, pueden disfrutar del 29,5% de tiempo libre, en función del número total de horas que tiene el año. Sin embargo, es necesario precisar que en el tiempo libre se realizan una serie de actividades, que aunque no son propiamente laborales pueden llegar a ser obligatorias, tales como las tareas domésticas cotidianas, los desplazamientos sobre todo en las grandes ciudades, las compras de primera necesidad, etc. Por ello, es importante diferenciar también el concepto de tiempo liberado.

Tiempo liberado: es la parcela de tiempo que cuenta con ciertas dimensiones dependiendo de la situación concreta de cada individuo, en el que la persona no tiene que realizar ninguna actividad de forma obligatoria y puede elegir libremente.

Bibliografía:

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